La celulitis suele preocupar antes de verano, antes de irnos de vacaciones. Es una patología crónica. En sus primeras fases se puede revertir fácilmente, pero en fases avanzadas hay que hacer un mantenimiento de los tratamientos para evitar se complique más y se produzca una fibrosis que sea difícil de eliminar y que requiera de un tratamiento quirúrgico posterior. ¿Quieres saber cómo tratar la celulitis después del verano?
Los tratamientos médicos más efectivos hasta el momento son la carboxiterapia, la mesoterapia y las infiltraciones o intralipoterapia. Todos los demás tratamientos son complementos, son coadyuvantes, pero no actúan con la profundidad de la inyección de un producto en la zona a tratar.
Tanto la carboxiterapia como las infiltraciones actúan sobre la causa principal de la celulitis, que es la mala circulación tanto venosa como linfática. También favorece la destrucción del tejido adiposo.
El diagnóstico lo debe hacer un médico, porque según la fase hay que aplicar unos productos u otros y una dosis u otra. La complementación de varios tratamientos hace que los resultados sean más rápidos.
Después del verano el seguimiento de la celulitis nos permite hacer un buen mantenimiento y evitar que empeore en invierno y que tengamos que volver a empezar. Los tratamientos médicos son estables, me refiero a los tratamientos mencionados. Son estables porque tratan la causa, y mejoran el proceso retrocediendo las lesiones que se habían producido durante muchos años.
Una ventaja de los tratamientos médicos es que se tiene en cuenta la calidad de la piel. Así, se trata la flacidez que se puede producir después de algunos tratamientos.
La celulitis se ha de tratar internamente, con complementos, evitando hábitos que empeoren la circulación; el sedentarismo, el alcohol, el café, el tabaco…
Quiero hacer énfasis en que la celulitis es una patología crónica. Hay que cuidarla siempre para mantener el tejido en las mejores condiciones de alimentación y de oxigenación. Es la única forma de evitar que empeore.