La cosmética es nuestra compañera en el día a día, independientemente de los tratamientos que podamos hacer en nuestra consulta de medicina estética. Por ello, la cosmética perfecta es el objetivo de cada vez más personas, sobre todo, mujeres.
Cosmética y ADN
Si queremos las cremas perfectas debemos analizar nuestro ADN. La medicina hoy está al servicio de la belleza tanto en tratamientos diversos, desde los láseres hasta un neuromodulador.
Además de los tratamientos de medicina estética debemos tratar nuestra piel cada día con el mejor cosmético para nosotros, un cosmético individualizado, personal e intransferible.
Con el descubrimiento del genoma podemos analizar los genes que determinan el envejecimiento. También se analiza el ADN que está relacionado con la piel. A partir de ahí se hacen las cremas a medida.
El proceso consiste en:
- Analizar el ADN primero.
- Después se hacen una serie de preguntas según programa informático realizado por el mismo laboratorio que analiza el AD.
- Finalmente se crean las cremas personalizadas.
No hay otro cosmético más perfecto. Según tu genética se crea tu crema a la medida, con una concentración de principios activos muchísimo mayor que otros cosméticos.
Conozco multitud de marcas cosméticas con precios elevados. La persona que las usa está convencida de que está usando lo mejor. Bien, pues, actualmente, lo mejor es la crema que se hace a medida según tu ADN y tu estilo de vida. Si queremos lo mejor, lo perfecto, es este tipo de cosmético, el que depende de tu genética. Este se hace sólo para ti.
Somos pioneros en usar este tipo de cosméticos que pronto van a conformar la cosmética perfecta. Podemos pensar que son mucho más caros. No es así, la sorpresa es que son más económicas que algunas de las marcas que han conseguido un prestigio, pero que actualmente tienen que adaptarse a los nuevos tiempos y basarse en el genoma.