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Calcio y Osteoporosis

La asociación del calcio y de la osteoporosis es una cuestión prácticamente indiscutible. Tanto el médico como el paciente no discuten esa asociación. Si bien, a aparición de osteoporosis no es proporcional a la ingesta de calcio. Los bioquímicos podrían dar una explicación mucho más científica pues hay una serie de elementos implicados y deben estar equilibrados.

Osteoporosis y menopausia

Sabemos que la menopausia es uno de los momentos cruciales en la aparición de la osteoporosis. Los estrógenos son uno de los elementos a tener en cuenta, pero éstos pueden obviarse si todos los demás estuvieran en perfecto equilibrio. Podría compensarse el déficit de estrógenos si el equilibrio entre los minerales implicados en la formación de hueso fuese óptimo. Estos minerales son el calcio, el magnesio, el potasio, el silíceo…..y, por otro lado la vitamina D junto con la vitamina k.

Todos ellos juegan un papel fundamental, en cambio solo se tiene en cuenta el calcio. Lo que ocurre cuando a una persona se la trata con estrógenos y con calcio exclusivamente, sin tener en cuenta los demás elementos, es que ese calcio se deposita en tejidos distintos al hueso. Se deposita en arterias, contribuyendo a la rigidez arterial. Se deposita en el cristalino formando una catarata. El hecho de tomar calcio no nos asegura que ese calcio vaya hasta el tejido deseado, el hueso.

Para que los minerales implicados en la formación de hueso sean optimizados por nuestro cuerpo deben estar en un adecuado equilibrio. Lo importante es saber cómo se comportan en nuestro interior, una vez se absorban a través de nuestra mucosa intestinal. Una vez en sangre se transportaran o no hacia su destino dependiendo del pH de la sangre. Este concepto del pH en química es un concepto habitual y a tener en cuenta para saber cómo se comportan las moléculas estén en un medio ácido o un medio básico.

Regulación del pH

En nuestro organismo existe una continua regulación del pH. De ello depende la supervivencia de los tejidos y de nuestros órganos. No podemos vivir con fluctuaciones de pH muy bruscas, de hecho nuestro cuerpo tiene sistemas (respiratorio y renal) para regularlo de forma continua.

Dependiendo del pH sanguíneo, así se regula la distribución de minerales implicados en la osificación. La alimentación debe tender a ser alcalina para favorecer la deposición del calcio en el hueso, fundamentalmente para no perder el calcio. Con una alimentación alcalina reservamos mucho mejor el calcio en nuestros huesos.

Los alimentos alcalinos por excelencia son las verduras y las frutas, y los alimentos ácidos son las proteínas animales. El hecho de insistir con la toma de leche de vaca para favorecer la osificación es un error de base. Solo se tiene en cuenta la riqueza de calcio de la leche, pero no que es un alimento animal, acidificante. Al acidificar favorece la destrucción de hueso y el calcio va desde el hueso a la sangre, para compensar esa acidificación, por tanto no sirve la toma de leche.

Y, si además añadimos que el humano es el único mamífero que toma leche de adulto, a sabiendas que es un alimento para la especie en crecimiento, nos damos cuenta del error. Y, para añadir otro detalle, la mayoría de adultos son intolerantes a la leche de vaca, lactosa y proteínas.

Fuentes de calcio

El calcio se puede obtener de diversas fuentes, y no necesariamente de la leche. Hay que tener presente que en nuestro interior se producen un montón de reacciones químicas y que el resultado depende de los productos que hemos puesto en la coctelera, pero también de otras condiciones, como en la cocina, de la temperatura, de la cantidad de sal, del recipiente. Todo es importante, por ello no podemos pensar solo en el calcio. El médico o el nutricionista indicará en cada caso qué hacer.

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