La dieta depurativa es una dieta para desintoxicar, no especialmente para adelgazar, aunque se puede perder peso con ella.

¿Por qué desintoxicar?

Cuando decimos que se eliminan toxinas, uno se pregunta porqué nuestro cuerpo se carga de estas.

La explicación sencilla y simple es entender que la entrada de químicos, sean necesarios (moléculas proteicas, hidratos de carbono, grasas, hierro, magnesio, calcio…) o no sean necesarios (conservantes, colorantes, aromatizantes….) tienen que metabolizarse en nuestro higado y transformarse en moléculas que se eliminaran por las vias de drenaje correspondientes, riñón, intestino, piel, pulmón, etc… En ocasiones las entradas superan a la capacidad de salida y ahí es dónde hay un acúmulo.

Las dietas depurativas pueden ser tomando verduras y frutas durante un mínimo de siete días, éstas pueden ser crudas y cocinadas al vapor. Se reparte la toma durante el día.
Esta depuración debe ir complementada con los complementos alimentarios específicos para cada persona, según edad, constitución físicay actividad.

Hay algunas dietas depurativas que ya vienen preparadas específicamente como por ejemplo el Sirope de Savia. En este caso la actividad física debe ser mínima. Se puede caminar pero no mucho más.

Existen otros ayunos que deben ser hechos en un lugar especial para ello, por ejemplo balnearios con control médico.

Existe un modo de actuar en las dieta depurativa para la persona que quiere depurarse de forma sencilla y por su cuenta. Comenzará por tomar verduras y frutas sólo por la noche. Durante el día se incluirán verduras, frutas, frutos secos, cereales y pescado. En este caso la depuración es más lenta.

Además podemos tomar caldos depurativos como el miso (venta en dietética), o bien optar por apio, cebolla y hoja verde oscura y tomar dos vasos al día.

Aconsejo hacer este tipo de dietas siempre con control pues en ocasiones se pueden producir eliminaciones. Diarreas, mucosidad abundante… Estas las debemos tratar con medicina natural para seguir la línea depurativa.