Todos los días avanzamos más en las técnicas de medicina estética. Cada día salen más productos al mercado mucho más perfeccionados. Prophilo es un ácido hialurónico, pero juega con diferentes pesos moleculares y ello le confiere una capacidad especial para producir un lifting facial que otros ácidos hialurónicos no producen.

El efecto es muy rápido y sólo necesita dos sesiones, con un mes entre ellas, para ver un resultado de tensión facial muy evidente. El resultado se ve desde la primera sesión y dura entre tres y cinco meses. Es un tratamiento hidratante y de estiramiento muy efectivo. Probablemente quede situado en primer lugar entre otros tratamientos de hidratación.

Prophilo se aplica en diferentes  y con distintas técnicas según la zona. A parte del lifting facial que produce, se aplica también en cuello con muy buenos resultados. Las manos es otra de las zonas donde el prophilo se agradece.

Los ácidos hialurónicos son ya bien conocidos en el mundo de la medicina estética y por supuesto por los pacientes. No son todos iguales, ni en densidad, ni en flexibilidad, ni en duración, ni en la inflamación que pueden provocar. Remarco estas diferencias porque esto es lo que hace que el o la paciente tenga mejores resultados y que le duren en el tiempo. Cuando hacemos un tratamiento con ácido hialurónico debemos explicar al paciente qué vamos a conseguir.

Los distintos hialurónicos tienen precios distintos. Me encuentro a veces con pacientes que están confundidos y no saben exactamente que le han puesto y lo que es peor no saben si el precio estaba justificado o no. Un ácido hialurónico de relleno es más caro que uno de hidratación. Un ácido hialurónico de relleno de labios es distinto a uno de relleno de pómulos. Por tanto, es importante entender lo que vamos a hacer, ya que el resultado en el tiempo depende de los tratamientos complementarios que iremos realizando.

Prophilo es un excelente tratamiento de hidratación y de lifting. Su resultado es rápido y no requiere ningún tratamiento posterior complicado. La persona sale de la consulta como si no hubiéramos hecho nada, puede ir a su trabajo o seguir con su vida social