La piel es nuestra barrera con el medio externo. Debe mantenerse integra y sana para poder protegernos de las agresiones del medio externo.

Una piel sana refleja salud, una piel engrosada, delgada, con manchas puede reflejar problemas de salud. La piel nos habla de como estamos por dentro. El envejecimiento prematuro de la piel refleja un envejecimiento interno temprano.

Una piel muy delgada nos puede indicar músculos y huesos con déficits, si la piel está delgada puede ser indicativo de una deficiencia de masa magra.

La importancia del déficit nutricional

La masa magra son todos nuestros tejidos y órganos, todo lo que no es grasa ni agua. Si hay déficit nutricional proteico, disminuye nuestra masa magra, y refleja en primer lugar en la piel. El ejemplo habitual es el o la deportista, es mas normal en mujeres, las cuales potencian mucho su musculatura haciendo ejercicio, pero a la vez hacen dietas restrictivas en proteínas, sin complementar con aminoácidos adecuados, y, la consecuencia es que hay tejidos u órganos que sufren esa deficiencia, uno de ellos es la piel. Son personas que están muy bien muscularmente, pero con pieles flácidas, con pieles delgadas.

Las pieles con manchas, pueden reflejar desequilibrios hormonales o tratamientos que hayan podido pigmentar la piel, fármacos fotosensibles. Hay manchas o lesiones pigmentarias que nos indican una ingesta excesiva de azucares. Hay pigmentaciones o despigmentaciones que nos indican un exceso de radiaciones solares o lumínicas.

Exceso de proteínas

En el caso de pieles engrosadas, apergaminadas, nos están indicando una alimentación con exceso de proteínas y grasas.

Todos los procesos inflamatorios y pigmentaciones en la piel no deben tratarse sólo externamente, deben modificarse hábitos que pueden ser alimentarios, o bien con tratamientos complementarios que ayuden a mantenernos por dentro y el reflejo será pieles bonitas y jóvenes.

No podemos olvidar que nuestra genética determina todo lo que puede pasarnos, todo lo que podemos manifestar. Los factores externos son los que activaran o frenaran nuestros genes. Cuando nuestros genes se activen o frenen, se
producirá un envejecimiento normal, acelerado o incluso enlentecido. Hay tratamientos que ayudan a modificar manifestaciones genéticas, como los omega 3, como los tratamientos con ozono, como las desintoxicaciones y los ayunos.

La piel es el reflejo de nuestro interior, haremos tratamientos como peelings, laseres, etc…. Pero no olvidemos equilibrar por dentro con los tratamientos aconsejados por el médico especialista integrativo.

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