Medicina bioreguladora

¿Qué es la Medicina Bioreguladora?

La medicina bioreguladora se basa en el equilibrio bioquímico. Su base es tener un sistema limpio y que funcione con fluidez.

Hay un concepto fundamental, la matriz extracelular, que es el tejido conjuntivo que hay alrededor de nuestras células. La matriz extracelular puede ser un reservorio de toxinas. Es un filtro por donde pasan todas las sustancias que llegan por la sangre y todos los detritus que salen del metabolismo celular.

Los proteoglicanos que conforman la matriz tienen facilidad para engancharse a los tóxicos que pasan por ahí.  Esto distorsiona la fluidez de la matriz y se altera la llegada de información a la célula. Los mensajes que llegan vía nerviosa, quedan distorsionados además de producirse una incapacidad para eliminar esos tóxicos. Ello llevará a una inflamación microscópica que se traduce en dolor, en rigidez….

La medicina bioreguladora ayuda a nuestro organismo a eliminar las toxinas de nuestro cuerpo

Las toxinas que se acumulan en ese espacio extracelular pasan al interior de la célula y se acoplan a diversas estructuras, incluyendo el ADN. No hay curación si no se recupera el buen funcionamiento del espacio extracelular.  Hay lo que llamamos las fases extracelulares, que son las enfermedades agudas. Son aquellas en las cuales sólo se ha afectado ese espacio y se manifiestan con la eliminación de tóxicos por alguno de nuestros órganos de drenaje, hígado,  riñón, intestino, piel y mucosas. Son manifestaciones agudas, el cuerpo intenta eliminar la toxicidad que está rebosando.

La medicina bioreguladora ayuda a nuestro organismo a eliminar esa toxicidad. La medicina convencional bloquea esa eliminación y por tanto favorece la cronicidad.

Las fases celulares son aquellas en las cuales el tóxico ha pasado la barrera de la membrana celular y ya está afectando a la célula. Esto puede ocurrir a nivel citoplasmático o nivel del núcleo. Si afecta al ADN sobrevienen enfermedades como el cáncer. Antes de la aparición de enfermedades crónicas el cuerpo ha ido manifestándose con patologías agudas de las fases extracelulares.  Gastroenteritis, bronquitis, urticarias, dermatitis diversas, digestiones pesadas e inflamaciones intestinales…

Si se han ido bloqueando con fármacos finalmente favorecemos la entrada de las toxinas al interior de las células y la enfermedad que aparece es más grave, porque ya afecta al tejido de forma profunda. Aquí la medicina bioreguladora debe provocar la salida de esa o esas toxinas al exterior de la célula y después conseguir que pase a ser una enfermedad de fases extracelulares que son mucho más fácil de curar. Es la única vía para evitar la cronificación.

Todo lo explicado nos lleva a entender la importancia de las depuraciones. Es imprescindible usar fórmulas que favorezcan la salida de los tóxicos de nuestro cuerpo para mantener la salud.

Dejar un Comentario