Las patas de gallo son arrugas de expresión, al igual que las arrugas del entrecejo. Se forman progresivamente por la contracción de los músculos que limitan los ojos. La acción de estos músculos provocan las arrugas.
Los músculos son más o menos potentes según el sexo. Los hombres tienen una musculatura más potente, en general, y, en particular en la cara. Los hombres necesitan frenar la actividad muscular de forma más potente. Por este motivo, las dosis empleadas de neuromodulación son mayores.
Tratamiento para las patas de gallo
El tratamiento adecuado para este tipo de arrugas es la neuromodulación , más conocida popularmente como neuromudulador. En realidad hay varias marcas de neuromodulación . Estas pueden usarse en el tratamiento de arrugas de expresión faciales, en patas de gallo, en las arrugas del entrecejo, en arrugas de la frente. Todas estas arrugas se tratan con neuromodulación . La marca comercial la escogerá el médico elegido.
Cualquier tratamiento que no sea el adecuado fracasará o durará muy poco tiempo. El único tratamiento para las patas de gallo es un neuromodulador, que en ocasiones se debe complementar con otros tratamientos. Algunos son relleno de ácido hialurónico o relleno de carboximetilcelulosa. Siempre se debe empezar el tratamiento por un neuromodulador, y, una vez visto el resultado, se decidirá qué más se puede hacer.
Se debe complementar siempre con la cosmética adecuada para el o la paciente. Debe hacerse el tratamiento en consulta de un neuromodulador y el tratamiento en casa de la cosmética correspondiente. Uno sin el otro son menos efectivos.
La duración del tratamiento es de unos cuatro meses, a partir de los cuatro meses empieza a disminuir el efecto progresivamente. Se repiten las dosis cada seis meses, aunque se pueden repetir a los cuatro.
A medida que se hacen varias sesiones de neuromodulación se van debilitando los músculos a los cuales se le aplica. Así, se dificulta más la aparición de las arrugas que estamos tratando.