El agua es un nutriente fundamental para nuestra supervivencia. Al nacer estamos compuestos por un 80 por ciento de agua. Al ir envejeciendo perdemos la capacidad para retenerla. Da igual que bebamos mucha agua, vamos perdiendo la capacidad de mantenerla en nuestros tejidos. Esto nos hace empezar a entender cuál es la importancia de la calidad del agua, ¿no?
La calidad del agua
La calidad del agua es fundamental para realmente usarla y optimizar nuestra hidratación y la de nuestras células. De hecho, nuestras células nadan en un medio acuoso llamado sistema básico de Phishinger. Ese medio acuoso debe tener unas condiciones bioquímicas de pH que determina la nutrición celular y el correcto funcionamiento de la célula. Cuando hablo de células, me refiero a todas, incluidas las células del sistema inmune, leucocitos, linfocitos, macrófagos. Todos sabemos de la importancia del sistema inmunológico en el cáncer y en enfermedades degenerativas como la artritis reumatoidea, la enfermedad de Chron, la colitis ulcerosa, las enfermedades autoinmunes…..
El nutriente más importante es el agua. No podemos sobrevivir si nos deshidratamos, si podemos sobrevivir durante días si no comemos, pero imposible si no bebemos.
Este nutriente, el agua, debe tener unas propiedades bioquímicas que faciliten la nutrición y el drenaje de las toxinas, fundamental para mantener la salud y para envejecer más lentamente y con mejor calidad de vida.
Las carencias y excesos del agua
Al estudiar el agua podemos observar la cantidad de residuos, sustancias suspendidas en ella, que existen. Las distintas aguas, del grifo, de botella, siendo las de botella distintas entre ellas. Todas ellas son potables, pero ello no significa que sean saludables, simplemente que no podemos tener una infección. ¿Pero qué ocurre con todos los químicos que le ponen al agua y todos los residuos que no tienen que ver con la potabilidad??? Todos esos residuos nos los tomamos y nuestro organismo es incapaz de eliminarlos totalmente, ahí empieza el acumulo de diversas sustancias químicas, que probablemente algún día demostraremos que son las responsables de muchas enfermedades, empezando por una fatiga crónica y acabando por el cáncer, especialmente por el cáncer de colon que aumenta de forma exponencial en nuestra sociedad.
Además de las toxinas disueltas en el agua, hay un parámetro fundamental que es el pH. Este sí que está controlado en cualquier agua de consumo. Pero son aguas muertas, aguas sin iones negativos, que son propios de las cascadas, de los manantiales. El agua que bebemos, con la que cocinamos, es agua muerta, agua con iones positivos. Los iones negativos favorecen la vida, mantienen la energía de los organismos vivos. ¿Te das cuenta de dónde radica la importancia de la calidad del agua?
Como ves, no es poca la importancia de la calidad del agua. Bebe salud, ¡es muy fácil! Las aguas de calidad hoy podemos conseguirlas con aparatos de apoyo en nuestras casas. Aparatos que consiguen un agua de calidad, un agua viva… No es un agua de osmosis inversa. El agua obtenida por osmosis inversa, es un agua casi destilada, no adecuada para una correcta hidratación. Lo mejor es encontrar un buen purificador de agua de calidad, donde conserves el pH y los oligoelementos naturales del agua pero que elimines todo lo tóxico y dañino que pueda llevar el agua del grifo
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